Regionalización y descentralización como estrategia de desarrollo para un Perú sustentable
Edwin Vegas Gallo
I. Introducción [arriba]
Según la clasificación del Programa de Naciones Unidas para el desarrollo (2016) el Perú posee un índice de Desarrollo Humano – IDH- para las economías en desarrollo (índice que mide el progreso general de un país, en función de: la esperanza de vida, el logro educacional y el ingreso per cápita), de 0.74. De una clasificación de188 países, el nuestro está en el puesto 87; antecedido por Chile 0.847, 38 avo lugar; Argentina 0.827, 45 avo lugar; Uruguay 0.795, 54 avo lugar; Panamá 0.788, 60 avo lugar; Costa Rica 0.776, 66 avo lugar; Cuba 0.775, 68 avo lugar; Mexico 0.762, 77 avo lugar; Brasil 0.754, 79 avo lugar. La frialdad de la cifra nos muestra que Perú es un país con desarrollo humano medio y tiene que recorrer más terreno que otros países en América Latina para superar el 26 % de déficit de desarrollo.
De otro lado en función del índice de Pobreza Humana (IPH- 1) de países en desarrollo (basado en el porcentaje de personas que se estima morirán antes de los 40 años, porcentaje de adultos analfabetos, porcentaje de población sin acceso a servicios de salud y agua potable; así como el porcentaje de niños menores de 5 años con peso insuficiente y en consecuencia con desnutrición crónica; Perú clasifica en el puesto 27 para un universo de 77 países, con un valor del IPH- 1 de 21.77% lo que refleja que casi una cuarta parte de la población peruana está en situación de extrema pobreza.
A partir de las cifras señaladas, no cabe la menor duda que es imperioso y de necesidad urgente empezar a salir de estas crisis de sustentabilidad y para ello estamos promoviendo un nuevo modelo de desarrollo en base a la sustentabilidad de los ecosistemas vía la regionalización y descentralización y ambicionando una refundación del país.
Considero que la principal causa para este programa sombrío del país es el exacerbado centralismo capitalino limeño en las decisiones políticas. Desde hace varios años se discute en el país sobre regionalización y descentralización política y económica. Para unos, la descentralización es entendida como la necesidad de invertir en provincias y no necesariamente otorgar poder y autonomía a los departamentos.
EL artículo 188 de la Constitución Político del Perú, explica la descentralización (*), más que en un enfoque burocrático, “en la inversión dentro del interior del país teniendo como objeto el desarrollo integral nacional”. A partir de este mandato constitucional debe quedar claro que la descentralización es un proceso y no un acto político que se da en un momento determinado. Asimismo, debiera ser un medio para generar el desarrollo armónico de las regiones con la finalidad de elevar el índice de desarrollo humano (calidad de vida).
Adicional a las cifras anteriormente expuestas, existen razones prácticas que hacen urgente el proceso de descentralización. En efecto, en el área de Lima – Callao se concentra el 50% de la inversión nacional, el 70% de los depósitos bancarios, el 75% de sus colocaciones, el 62% de las empresas industriales, el 67% de la mano de obra fabril, el 80% de la actividad comercial, el 60% de las exportaciones tradicionales, el 65% del PBI, y el 30% de la población. La población de Lima ha crecido de 170,000 habitantes en 1900(5% de la población total) a 2 millones de 1960 (14% y casi 9 millones en 2001 (30%):y 10'051,912 en 2016 (30%).
Con estos datos, en un mapa económico, Lima ocuparía las dos terceras partes del territorio y una tercera parte constituiría el resto del país. Contemplar el conglomerado Lima- Callao, nos impulsa a pensar en refundar el Perú, vía la regionalización y descentralización.
Por otro lado, el Perú con ciudades intermedias o pequeñas y dispersas, costeras, andinas o selváticas; con diversidad cultural, étnica e idiomática; nos empuja hacia la integración y al equilibrio unitario. Esta misma dispersión y este aislamiento nacional deben ser razones para que la regionalización y la descentralización fortaleza e intercomunique la heredad nacional de cara al según bicentenario de la independencia (2021) en el Proyecto Perú Sustentable, que no debe postergarse, sino el mañana será tarde.
(*) Artículo 188.- La descentralización es una forma de organización democrática y constituye una política permanente de Estado, de carácter obligatorio, que tiene como objetivo fundamental el desarrollo integral del país. El proceso de descentralización se realiza por etapas, en forma progresiva y ordenada conforme a criterios que permitan una adecuada asignación de competencias y transferencia de recursos del gobierno nacional hacia los gobiernos regionales y locales.
II. La regionalización como posibilidad de construir un desarrollo sustentable [arriba]
La regionalización es una necesidad histórica del Perú, No podemos continuar replicando el modelo colonial que ha impedido que las provincias progresen. No es posible que Lima siga siendo una esponja que concentra recursos y que no redistribuya equitativamente. (Vegas E. 2003. Hacia un Perú Sustentable. Universidad Nacional de Piura)
La descentralización es un proceso político e histórico irreversible. En el siglo XXI no se puede hablar de descentralización y gestión de autonomía si es que no se tiene claros conceptos como los de sustentabilidad biológica, económica, social y moral. (Vegas Op.cit)
La descentralización es una necesidad urgente para liberar las potencialidades creativas de los pobladores. Es la única posibilidad de hablar de desarrollo sustentable, de autonomías efectivas democráticamente. (Vegas Op.cit)
¿Cómo se vislumbra el proceso descentralista?
Indudablemente todas las provincias del Perú aspiran a una descentralización efectiva que promueva desarrollo con equidad social y sin exclusiones de ninguna clase.
¿Qué papel juega la universidad peruana en la búsqueda de consensos?
Siendo la universidad núcleo de pensamientos pero también comunidad del saber, es en ella donde se deben discutir democráticamente propuestas para desconcentrar el país. Asumo que con la dación de la Ley Universitaria N° 30220 (2014) se ha dado un salto de la universidad sumergida en sus cuatro paredes a la universidad convertida en actora y protagonista de procesos históricos y sociales irreversibles como el de la descentralización. En la universidad hay muchos proyectos y propuestas que descansan en anaqueles y estantes. Estas propuestas tienen que divulgar y hacerse conocer. Estimo además que la universidad tiene capacidad de convocatoria para movilizar a los actores sociales y movilizar propuestas. La universidad además tiene equipos humanos capaces de formular propuestas de desarrollo.
¿Qué es una bio- región?
Un bio- región es un espacio con características propias y definidas en la que se desarrollan variadas formas de vida y cadenas tróficas. La bio- región tiene su propio orden natural. El hombre responde a los desafíos de su territorio y aun manejo sustentable de sus recursos naturales. La bio- región es una buena referente para la organización del espacio. Cada espacio se configura y este a su vez configura a otros microespacios en los que posibilitan las actividades productivas, la propia cultura como respuesta al desafío de la geografía.
¿Es posible que los peruanos nos pongamos de acuerdo en el tema regionalización?
El diálogo está vigente. La integración no sólo une, es también un mecanismo de potenciación de capacidades, pienso que los peruanos tenemos la suficiente capacidad inteligente para vislumbrar un futuro unidos como bio- regiones, multiculturales y prósperas. No se concibe el desarrollo a partir de la dispersión de capacidades y esfuerzos. Estoy convencido que la globalización ha acortado las distancias y que existe una continuidad histórica que hay que rescatar. Tenemos que entender que el escenario político ha cambiado y que no podemos andar en contra del rumbo de la historia.
¿Qué condiciones se necesitan para descentralizar el país?
La palabra clave de la descentralización se llama EDUCACIÓN EN UN ESTADO DE DERECHO SOCIAL Y AMBIENTAL. Educación en su doble sentido de nutrición y descubrimiento de capacidades. Otra de las condiciones es la necesaria gobernabilidad que los procesos democráticos se produzcan sin contratiempos. No se puede descentralizar cuando se replican los viejos centralismos. No se puede descentralizar cuando se replican las prácticas autoritarias y burocráticas. Regionalización, no olvidemos; es liberación de energías, construcción de espacios democráticos con equidad social. Asimismo, se necesitan ciudadanos cívicos, como señalaba Sinesio López; ciudadanos que sienten que no se deben desentender de las actividades públicas y participar como tales en el gobierno de su región.
¿Cómo construir gobernabilidad descentralizada?
La gobernabilidad descentralizada es democráticamente horizontal. Es consulta efectiva a los actores sociales. No funciona como imposición vertical. Por eso es necesario que los ciudadanos, los padres de familia, hombres y mujeres del campo y la ciudad se involucren en este proceso. No se puede construir gobernabilidad descentralizada si es que las instituciones no se esfuerzan por mostrar credibilidad y transparencia. Por eso la gobernabilidad, creo, debe tener un componente ético.
¿Qué papel juega la sustentabilidad moral en el proceso descentralista?
Hay una falsa percepción que considera a la política como el arte del engaño. Una estafa. Un fiasco. Yo creo que no. La política en su expresión de ciencia exige una elevada dosis de moral, de credibilidad, de compromiso social de investigación jurídica científica. La ética es necesaria para un pacto social que eleve la calidad de las representaciones parlamentarias y la calidad de nuestras propias autoridades. Dicen que todo pueblo tiene los gobernantes que se merece, creo que el Perú que vamos a refundar tiene que ser sustentable moralmente con gobernantes a la altura de los grandes desafíos presentes: equidad social, paz y orden.
¿Está la universidad peruana en condiciones de asumir el desafío descentralista?
La universidad en apariencia pareciera desconectada de la realidad y no es así. La universidad bulle de las mismas inquietudes que preocupan a los ciudadanos. La universidad pública no está exenta de problemas de todo orden. Sin embargo, se da tiempo para buscar soluciones con rangos de eficacia para la solución de problemas en los diversos campos de la actividad humana. Mejor dicho nosotros enseñamos a los futuros ciudadanos a aprehender, pero también les enseñamos a ser y a hacer. Finalmente los preparamos para la vida comunitaria. Para que retornen a la sociedad con propuestas bajo el brazo. Creo que a grandes problemas grandes soluciones. Las soluciones son respuestas inteligentes, esta es la mejor respuesta de la universidad peruana.
¿Con la regionalización se resolverá el conflicto agricultura vs minería en el Perú?
El dilema agricultura o minería no pasa por las presuntas ventajas comparativas del agro o la minería, sino por el modelo de desarrollo que los pobladores elijan. En temas ambientales creo que hay que buscar seriedad en los estudios de impactos indeseables o deseables. Igualmente por la transparencia con la que estos estudios se manejen. En este caso no se puede ocultar información ni dejar vacíos en la información que más tarde se van a llenar con rumores que fracturan al propio proyecto y finalmente dividen a la población con lamentables consecuencias. Lo cierto es que toda actividad minera tiene sus impactos indeseables todo depende de la exigencia que se ponga en el cumplimiento de la normatividad ambiental. Aquí el Derecho Ambiental debe tener un rol protagónico en la solución de los conflictos socioambientales (+ 130 en el país)
III. Concepto clásico de región [arriba]
Según Oliveros (2001); en toda realidad regional, vale decir, en toda región que funcione como una unidad geoeconómica – añado yo geobioeconómica - pueden reconocer tres aspectos esenciales.
1. Los vínculos existentes entre sus habitantes. Pero, no solamente los vínculos étnicos, sociales o económicos, sino todos los vínculos que a través de una densa maraña de redes pueden llevar a reconocer en la región, entre otros elementos de cohesión, sistemas de producción especializados (“ regiones agrícolas”, “regiones mineras”, “regiones industriales”); una jerarquía ordenada de centros urbanos; diversificación y especialización en actividades del sector servicios, como pueden ser centros de investigación científica, servicios financieros, oferta portuaria, etc. Sin embargo, estos vínculos no son suficientes para crear una región: requieren crear una sólida organización económica y social.
2. La organización de las actividades en torno a un centro. Esos vínculos a los que se alude en el punto anterior se concretan en un centro, en una capital regional. La ciudad capital, que siempre es una metrópoli multifuncional organiza y gobierna el espacio que la rodea a través de las redes que los distintos actores (gobierno, empresas) van tejiendo: carreteras, telecomunicaciones, redes bancarias, dependencias gubernamentales jerarquizadas, redes comerciales, rutas aéreas, entre otras.
3. La región solo existe como parte integrante de un conjunto, es decir, sus vínculos con el exterior, sus pertenencia y su funcionalidad dentro de un conjunto nacional, constituyen parte consustancial a su definición. En ese sentido, la región está a la vez abierta e integrada.
Con este marco referencial ¿cómo definir a la región ?. En una propuesta amplia de definición, una región constituye una porción de espacio preciso pero no inmutable, inscrito en un marco natural dado, y que responde a tres características esenciales: los vínculos existentes entre sus habitantes, su organización en torno a un centro urbano dotado de cierta autonomía, y su integración funcional en una economía nacional.
Bioregión una nueva visión de desarrollo.
“En el manejo bioregional los individuos pueden entender el flujo de los sistemas naturales, mientras que en el nivel nacional o global, la mente se confunde”. (Kirkpatrick Sale)
“Vivir en el lugar significa responder a las necesidades y placeres de la vida a medida que se presentan de forma única en un lugar determinado, y desarrollar maneras de asegurar la ocupación del sitio en el largo plazo. Una sociedad que “Vive en el lugar” mantiene el equilibrio con su región de base a través de las conexiones entre las vidas humanas, otros seres vivos y los procesos del planeta- las estaciones, el clima, los ciclos del agua – tal y como los devela el sitio mismo. Es lo opuesto a una sociedad que se gana la vida mediante la explotación destructiva y de corto plazo de la tierra y de la vida”. (Peter Berg y Raymond Dasmann, 1978) (Reinhabiting a separate country: A bioregional anthology of Northern California. Planet Drum Foundation.)
¿Cómo podemos mantener el equilibrio homeostático de los sistemas naturales vivos – con sus especies, (incluida Homo Sapiens), Carga genética, poblaciones, hábitats y ecosistemas – con aquellos entornos (sistemas naturales no vivos) que también deben producir bienes materiales y servicios ambientales, así como los diversos beneficios culturales, estéticos y espirituales que la sociedad humana peruana desea?. En el inicio del siglo XXI y pensando en la refundación del nuevo Perú, estamos obligados tanto el gobierno como la sociedad civil a encontrarle respuesta a esta pregunta fundamental.
Un Perú sustentable requiere un nuevo modelo de desarrollo, basado en la sustentabilidad de sus ecosistemas, y dejar esa nefasta secuencia ecológica (ecosistema- mercancía- lucro); que nos colocó al borde del abismo de ser un país en riesgo de exclusión. La sustentabilidad de los ecosistemas peruanos hace que seamos poseedores de una alta diversidad biológica que debemos protegerla. ¿ Que podemos hacer para fortalecer las áreas vitales del país y, lo que es igualmente importante, mantener sus hábitats claves, el material genético y las especies donde quiera que se encuentren en los paisajes modificados por nosotros, mientras que al mismo tiempo estimulamos su uso cuidadoso?.
La respuesta a esta pregunta debe considerar la manera en que la gente maneja la naturaleza e interactúa con ella por fuera de las áreas protegidas (léase reserva de biósfera, parque nacional etc, etc), es decir, en los sitios donde viven y trabajan; también deben tener en cuenta el manejo agrícola, forestal, pesquero, de fauna silvestre y otros usos principales de los recursos del suelo y el agua.
Como señala Miller (1996) debemos ampliar la escala geográfica de los programas de desarrollo y conservación (cambiando así el enfoque tradicional) para incluir ecosistemas completos. Asimismo, tendremos que cambiar el proceso de estos programas para darle cabida a un complejo mosaico de gentes e instituciones que tienen interés en la planificación y administración de una región determinada. Sólo si adoptamos en el proceso de descentralización y regionalización del Perú, este enfoque “bioregional”, podremos usar y conservar nuestros recursos naturales, al tiempo que les damos a las comunidades locales la oportunidad de derivar su sustento de estos recursos en forma sostenible. En el presente artículo exploro el enfoque bioregional, al tiempo de proponer lineamientos, con el fin de lograr incorporar la filosofía de este enfoque en la búsqueda de un nuevo equilibrio para el Perú; en el entendido de ubicar los mejores sitios para conservar la naturaleza y sus recursos sin renunciar a los productos y servicios que se pueden desarrollar y producir en forma sostenible.
¿Qué es un bioregión? ¿En qué consiste el manejo bioregional?
Para Miller (1996) el término bioregión denota “un espacio geográfico que contiene un ecosistema completo o varios ecosistemas interconectados. Se caracteriza por su topografía, cubierta vegetal, cultura e historia humana, tal y como la reconocen las comunidades residentes, gobierno y científicos”.
En Australia, California USA y en el oeste de Canadá la bioregión es una unidad de planificación y manejo. Nueva Zelanda está ahora reformando sus subdivisiones territoriales para reflejar mejor sus diversos ecosistemas y para constituir un marco geográfico que esté más orientado ecológicamente hacia la organización y administración pública y comunitaria.
El término bioregión, tiene la connotación de incluir desde el comienzo mismo de la planificación territorial, a todos los residentes con intereses en la zona, a aquellos que utilizan o dependen de sus recursos, y a quienes tienen otros intereses en el área y en sus habitantes. Asimismo implica un análisis económico, social y ecológico (desarrollo sustentable), así como enfoques participativos para establecer metas y ejecutar planes. Los planificadores y administradores con intereses en el área entienden la necesidad de trabajar en varias escalas desde la base hacia arriba, pasando por los niveles local, provincial o estatal (regional), nacional o internacional, y ligando aspectos ecológicos, sociales, económicos, institucionales y organizacionales.
De otro lado, ya sea que se la defina científicamente, o con criterio de administración gubernamental o de acción comunitaria, la bioregión refleja las percepciones de los residentes con respecto a su sentido de pertenencia a un lugar o “patria chica”.
El “manejo bioregional” busca comprender ecosistemas enteros para proteger y restaurar sus componentes en forma sostenible. Este manejo nutre los mecanismos por medio de los cuales funcionan estos ecosistemas. El compromiso que lo guía es la utilización de los recursos de los ecosistemas en el largo plazo de manera cooperativa y conjuntamente con los residentes locales y otras partes interesadas. La “planificación bioregional” es un proceso organizacional que permite que la gente trabaje junta, obtenga información, reflexione cuidadosamente acerca del potencial y los problemas de su región, defina metas y objetivos, identifique actividades, implemente proyectos, lleve a cabo acciones acordadas por las comunidades, evalúe el progreso alcanzado y perfeccione su enfoque.
EL propósito y el mensaje del artículo, va dirigido a los responsables del proceso, en la necesidad que entiendan la biodiversidad y los recursos biológicos; para que actuando de manera conjunta los protejamos y restauremos mejor, así como promovamos su uso cuidadoso mediante la búsqueda de un nuevo equilibrio para el Perú; en el marco de la política y el derecho ambiental.
EL manejo bioregional se basa en el trabajo que actualmente se lleva a cabo en el campo del bioregionalismo (Aberley, 1994), en el Programa de Hombre y la Biósfera (MaB, UNESCO, 1995), en los Proyectos Integrados de Conservación y Desarrollo y en el enfoque de manejo de ecosistemas.
El enfoque bioregionalista.
El bioregionalismo es un enfoque de base que funciona de “abajo hacia arriba” y bajo el liderazgo de las comunidades mismas. Ha sido utilizado principalmente en Norteamérica, Europa y Australia. Este enfoque constituye un ejemplo para trabajar a la escala del ecosistema.
Los bioregionalistas pretenden encontrar un equilibrio entre las necesidades de sustento de las residentes y el potencial de los recursos naturales de sus bioregiones, de acuerdo con criterios ecológicos, económicos y sociales. ( Aberley, 1994). Estos se refieren a la “patria” como un área geográfica que comprende sus recursos acuáticos y otros componentes ecológicos claves, la producción de alimentos, los bosques y las áreas silvestre, los poblados y la infraestructura (Aberley, 1993; Andruss et al, 1990)
Este enfoque se concentra en los medios políticos para promover la resiliencia, restauración y el mantenimiento de los sistemas naturales, que son los que en último término sostienen a la gente y a la naturaleza en cada área. Se basa en un compromiso hacia la salud de los ecosistemas naturales; en una afinidad espiritual y cultural hacia la comunidad, la tierra y los procesos ecológicos; y en las metas de Descentralización Política, la auto- determinación y la equidad social (Dogde, 1990).
Postulados que guían en bioregionalismo.
1- Las bioregiones ofrecen la escala espacial más adecuada para la gobernabilidad humana y el desarrollo socioeconómico.
2- La gobernabilidad dentro de una bioregión debe ser democrática y responsable respecto al control local; debe nutrir una calidad de vida superior y ser juzgada por su capacidad para lograr la justicia social.
3- El desarrollo económico dentro de una bioregión debería ser: regulado localmente, basado en el uso de tecnología apropiada, centrado en el autoabastecimiento (con exportaciones limitadas de manufacturas de valor agregado), y expandido sólo en la medida en que los ecosistemas locales puedan soportar de manera sostenible la explotación.
4- La interdependencia política y económica de las bioregiones debería ser institucionalizada a los niveles nacional/regional/provincial/y distrital.
Fuente: Aberley, 1994
El enfoque de las reservas de la biosfera.
Las reservas de la biosfera han sido “diseñada para darle respuesta a una de las preguntas más importantes que el mundo enfrenta en la actualidad: ¿Cómo podemos reconciliar la conservación de la biodiversidad y de los recursos biológicos con su uso sostenible?.
En la actualidad existen 338 reservas de la biosfera en 82 países. Elementos de las reservas de la biosfera.
1- Una o más zonas núcleo: Sitios que cuentan con protección segura para la conservación de la biodiversidad, monitorear los ecosistemas con un mínimo disturbio y llevar a cabo investigación no destructiva y otros usos de bajo impacto (tales como turismo y educación
2- Una zona de amortiguamiento bien definida: Esta por lo general comprende las zonas núcleos o las rodea, y se usa para actividades cooperativas compatibles con prácticas ecológicamente apropiadas como la educación ambiental, la recreación y la investigación básica y aplicada.
3- Una zona de transición flexible o área de cooperación: Esta puede contener una gama variada de actividades agrícolas, asentamientos y otros usos; allí las comunidades locales, agencias administradoras, científicos, organizaciones no gubernamentales, grupo culturales, intereses económicos, y otros sectores con intereses específicos trabajan juntos para manejar y desarrollar de manera sostenible los recursos del área.
Fuente: UNESCO, 1995
Características claves del manejo bioregional.
En base a los elementos y experiencias del bioregionalismo, el MaB, los PIC y D, el manejo de áreas protegidas y el manejo ecosistémico; se pueden identificar 13 características del manejo bioregional:
1- Regiones extensas bióticamente viables. Suficientemente amplias, para que contengan las funciones y procesos de los hábitats y ecosistemas necesarias para hacer que las comunidades y poblaciones bióticas sean ecológicamente viables en el largo plazo.
2- Liderazgo y manejo. El liderazgo debe provenir de la comunidad de residentes y usuarios de recursos. Los organismos públicos o privados o la sociedad civil deben tener capacidad de convocatoria.
3- Estructura de núcleos, corredores y matrices. Un programa bioregional comprende núcleos de terrenos silvestres que contienen muestras representativas de la biodiversidad característica de la región. Estos núcleos deben estar conectados por medio de corredores naturales. Tanto los núcleos como los corredores deben entrelazarse con la matriz de usos de suelo y patrones diversos de tenencia de la tierra.
4- Sostenibilidad económica. Se protegen los medios de sustento de quienes viven y trabajan en la bioregión, incluyendo a quienes están vinculados a la industria, sobre todo en la matriz. Aquí se combinan los incentivos apropiados para lograr un uso óptimo de los recursos locales y aplicar tecnologías sostenibles, con un sistema justo en que se comparten los costos y beneficios de la conservación y el manejo.
5- Participación integral de los grupos de interés. Todos aquellos que puedan afectar o beneficiarse de la región desarrollan habilidades y cuentan con información y oportunidades para poder participar de manera integral en la planificación y el manejo del programa bioregional. La clave radica en desarrollar las capacidades de los residentes para participar, negociar y llevar a cabo las tareas necesarias.
6- Aceptación social. Cualquier propuesta de cambio respecto a la vida o medio de subsistencia de los residentes, incluyendo a las comunidades nativas, tiene que ser aceptada por ellos. A todos los grupos de interés se les garantiza la oportunidad de participar en el manejo y la ejecución del programa.
7- Información sólida e integral. Los Sistemas de Información Geográfica (SIG) constituyen la tecnología más usada para ayudar a los grupos a visualizar con claridad su región y las características que la distinguen.
8- Investigación y monitoreo. La investigación se centra en las interacciones entre los individuos y su ambiente, el desarrollo de métodos innovadores para manejar los recursos naturales, y el monitoreo de los factores ambientales y de los impactos de las prácticas de manejo en el largo plazo.
9- Uso del conocimiento. El conocimiento científico, tradicional y local se emplea en las actividades de planificación y manejo. Asimismo, se utilizan ciencias como la biología, antropología, economía, ingeniería, derecho y otras áreas relacionadas.
10- Manejo adaptivo. Los programas bioregionales son operados de forma experimental, de manera que se pueden utilizar las enseñanzas de experiencias reales para responder en forma apropiada a los problemas ambientales y de manejo de recursos.
11- Restauración. En caso la viabilidad de ciertos hábitats y funciones ecológicas haya sido socavada por un uso excesivo o inapropiado, las áreas en cuestión serán restauradas.
12- Integración institucional. Se forjan alianzas con otras instituciones y organizaciones locales para cerrar brechas, minimizar esfuerzos yuxtapuestos, y para hacer más eficiente el manejo y las inversiones en la región.
13- Cooperación internacional. Esto es importante cuando los ecosistemas traspasan las fronteras nacionales.
Fuente: Miller, op cit.
Bibliografia [arriba]
1- Aberley. 1994. Programa del Hombre y la Biosfera (MaB). UNESCO.
2- Berg. Peter and Dasman Raymond. 1978. Reinhabiting a separate country: A bioregional anthology of Northern California. Planet Drum Fundation.
3- Dogde. 1990. Descentralización Política.
4- Miller Kenton R. 1996. Balancing the Scales. Guidelines for Sncreasing Birdiversity’s chances through Bioregional Mana- Gement. World Resources Institute.
5- Sale Kirk Patrick. 2000. Dwellers in the land. The Bioregional Vision University of Georgia Press. USA.
6- Oliveros, Luis Alberto. 2001. Oportunidades de la integración fronteriza en el sur del Perú. Seminario Internacional: “Desarrollo Regional e Integración Fronteriza. Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.
7- Vegas, E. 2003. Hacia un País Sustentable, Universidad Nacional de Piura, Perú (En repositorio de la Universidad Nacional de Cañete, San Vicente de Cañete, Lima, Perú (www.undc.edu.pe)
Nota del Autor del Artículo
Biólogo, doctor en Ciencia Política y doctor en Ciencia Ambiental.
Vicepresidente de Investigación de la Universidad Nacional de Cañete. San Vicente de cañete, Lima, Perú.
e- mail: evegas@undc.edu.pe
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