Cambio Climático vs. Calenamiento Global
Mag. Silvia Liliana Coria
Antes de comenzar a analizar la problemática propuesta, considero importante reseñar acerca de cuándo se detecta el comienzo del cambio climático, para lo cual he tomado como referencia un estudio publicado por Andrew King (PhD Climate Science, científico del Centro de Investigación de Cambio Climático de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia), en la revista “Environmental Research Letters” [1].
Explicita que…” Según nos aproximamos a los polos, los cambios de temperatura se manifestaron más tarde, existiendo signos claros de cambio climático en la mayoría de regiones a partir de los años 80 y 90, con una excepción: la costa este y zona central de los EE.UU., que aún no han mostrado signo alguno de calentamiento.”
Agrega que: ya había muestras de temperaturas extremas en las zonas tropicales en la década de los 60, pero en algunas regiones de Australia, el sudeste de Asia, y en África, este fenómeno ya era visible en 1940.
Fueron los científicos quienes llamaron la atención internacional sobre las amenazas planteadas por el efecto invernadero. La historia del descubrimiento científico del cambio climático comenzó a principios del siglo XIX cuando se sospechó por primera vez que hubo cambios naturales en el paleoclima [2] y se identificó por primera vez el efecto invernadero natural.
En los decenios de 1950-60, 1960-70 y 1970-80 se recogieron datos que demostraron que las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera estaban aumentando muy rápidamente. Al mismo tiempo, las investigaciones sobre los núcleos de hielo y los sedimentos lacustres revelaron que el sistema climático había sufrido otras fluctuaciones abruptas en el pasado lejano: parece que el clima ha tenido "puntos de inflexión" capaces de generar fuertes sacudidas y recuperaciones.
Aunque los científicos todavía están analizando lo que ocurrió durante esos acontecimientos del pasado, está claro que un mundo con miles de millones de personas es un lugar arriesgado para realizar experimentos con el clima. Sin embargo, tuvieron que pasar años para que la comunidad internacional reaccionara.(¡!)
En 1988 se creó el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) por iniciativa de la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). En 1990 este grupo presentó un Primer Informe de Evaluación en el que se reflejaban las investigaciones de 400 científicos. En él se afirmaba que el calentamiento atmosférico de la Tierra era real y se pedía a la comunidad internacional: “que tomara cartas en el asunto para evitarlo”.
Las conclusiones del IPCC alentaron a los gobiernos a aprobar la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático. En comparación con lo que suele ocurrir con los acuerdos internacionales, la negociación en este caso fue rápida.
La Convención estaba lista para firmar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo que se celebró en 1992 en Río de Janeiro, conocida como Cumbre para la Tierra.
Hoy en día el IPCC tiene una función claramente establecida. En vez de realizar sus propias investigaciones científicas, examina las investigaciones realizadas en todo el mundo, publica informes periódicos de evaluación (hasta ahora han sido cuatro) y elabora informes especiales y documentos técnicos.
Las observaciones del IPCC y sus informes se utilizan con frecuencia como base para las decisiones adoptadas en el contexto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), y desempeñaron un papel importante en las negociaciones que dieron lugar al Protocolo de Kyoto.
Entre las observaciones hechas al Cuarto Informe de Evaluación, se destacan las siguientes, que fueron tomadas como base para la toma de conciencia de la población mundial respecto del Cambio Climático.
- Más calor. A lo largo de los últimos 50 años los días fríos, las noches frías y las escarchas han sido menos frecuentes en la mayoría de las superficies de tierra, mientras que los días y noches cálidos han sido más frecuentes.
- Cubierta de nieve. Desde 1978 la extensión media anual de los hielos marinos árticos ha disminuido, y la disminución en verano ha ido aumentado año tras año. Los glaciares de montaña y la cubierta de nieve han disminuido por término medio en ambos hemisferios.
- Lluvia y sequía. Desde la Revolución Industrial ha habido grandes cambios en los regímenes de lluvias de todo el planeta: ahora llueve más en las partes orientales de América del Norte y del Sur, el norte de Europa y el norte y centro de Asia, pero menos en el Sahel, el Mediterráneo, el sur de África y partes del sur de Asia. Es probable que la superficie mundial afectada por la sequía haya aumentado desde el decenio de 1970-80.
- Ciclones y huracanes. Aproximadamente desde 1970 se ha observado un aumento de la actividad ciclónica tropical intensa en el Atlántico Norte. El aire caliente es combustible para los ciclones y los huracanes.
- Las estaciones. Los procesos primaverales se adelantan y las plantas y los animales se están desplazando hacia los polos y hacia mayores altitudes debido a las recientes tendencias de calentamiento.
- La naturaleza. Los científicos han observado cambios inducidos por el clima en al menos 420 procesos físicos y especies o comunidades biológicas.
Efecto invernadero y cambio climático [arriba]
El efecto invernadero es el fenómeno que, en condiciones normales, permite la vida del planeta tierra tal y como la conocemos. Básicamente es el efecto por el cual el calor del sol que llega a la tierra no es rebotado de nuevo al espacio en su totalidad y permanece en cierto porcentaje, dando lugar a una temperatura ideal para la vida del planeta tierra (animales, plantas, seres vivos…).
La atmósfera terrestre y los gases que la conforman son la capa que retiene y devuelve de nuevo hacia la tierra parte de ese calor que llega del sol, alcanza la superficie terrestre y vuelve a ser reflejado hacia el espacio.
El término efecto invernadero se utiliza porque la atmósfera terrestre realiza un trabajo similar al que realizan las carpas de plástico en los huertos de los invernaderos.
Por lo tanto, este efecto es beneficioso para la vida y es más, sin él, ésta no sería posible (al menos tal y como la conocemos). El problema surgió cuando, fruto de la actividad humana y del crecimiento industrial y social, la cantidad de gases en la atmósfera con propiedades para provocar este efecto invernadero ha aumentado desproporcionadamente y en tiempos muy cortos. Al aumentar la proporción de gases de efecto invernadero por encima de las concentraciones normales, el efecto invernadero natural terrestre se ha multiplicado, dando lugar a un fenómeno perjudicial.
Esta mayor cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera puede tener consecuencias diversas y discutibles, pero principalmente puede conducir a un aumento de la temperatura global terrestre y desencadenar efectos de colapsos en las corrientes marinas, en los movimientos atmosféricos y en las dinámicas terrestres en general, dando lugar a consecuencias finales difícilmente cuantificables y predecibles (aumento del nivel del mar, desplazamientos de especies, desaparición de especies, deshielo de los polares…).
Cuando el efecto invernadero se convierte en un fenómeno con consecuencias negativas para la vida planetaria, se suele hablar de cambio climático.
Pero también hay que decir que a lo largo de la historia del planeta se han sucedido periodos en los que el clima no tenía nada que ver con el que ahora conocemos y se han producido fenómenos de cambio climático, pasando de periodos glaciares a periodos interglaciares (como en el que ahora mismo nos encontramos).
La diferencia de lo que ocurre ahora con lo que ha venido ocurriendo a lo largo de los tiempos geológicos es que el cambio está siendo forzado a suceder en un periodo muy corto de tiempo, ya que no se está produciendo de forma natural, sino que está siendo provocado por un aumento de los gases de efecto invernadero procedentes de las actividades humanas.
Gases de efecto invernadero [arriba]
CO2: El CO2 (dióxido de carbono), se produce a partir de combustiones en las industrias y en el sector residencial (quemadores, calderas) y del tráfico rodado entre otras fuentes. Es el gas de efecto invernadero más conocido, aunque no es el que mayor potencial de calentamiento global tiene. Normalmente todos los gases de efecto invernadero se miden en referencia a toneladas equivalentes de CO2. Para el CO2 la correspondencia es, por supuesto: 1 tonelada de CO2 corresponde a 1 tonelada de CO2 equivalente.
CH4: El Metano es otro gas de efecto invernadero que tiene sus fuentes en medios agrícolas, ganaderos y de gestión de residuos, principalmente. El manejo en agricultura y las buenas prácticas en ganadería y en gestión de residuos pueden reducir emisiones, pero son emisiones normalmente más difíciles de disminuir. El metano tiene un potencial de calentamiento global 21 veces superior al del CO2, lo que quiere decir que una tonelada de CH4 equivale a 21 toneladas de CO2 equivalente (hace falta 21 toneladas de CO2 para producir el mismo efecto que una tonelada de CH4).
N2O: El Óxido de Nitrógeno, tiene sus principales fuentes de emisión en la agricultura. Su potencial es 310 veces mayor que el del CO2 por lo que 1 tonelada de N2O equivale a 310 toneladas de CO2 equivalente.
Otros gases de efecto invernadero: Otros gases de efecto invernadero son el HFC, el PFC y el SF6. Estos se utilizan para los sistemas de refrigeración de aparatos frigoríficos y congeladores, para el confort y la seguridad mediante el acondicionamiento del aire en oficinas, hogares, hospitales, uso como agentes de expansión en aislamientos térmicos de alto rendimiento. Surgieron como gases sustitutivos al uso de CFCs, que tenían los mismos usos pero agotaban la capa de ozono. Los HFC, PFC y SF6 tienen un elevado potencial de calentamiento térmico, pero se emiten muy pequeñas cantidades de cada uno de ellos.
Para contabilizar las emisiones de gases de efecto invernadero, todos los gases de efecto invernadero se transforman a toneladas de CO2 equivalentes a partir del valor de su potencial de calentamiento global (x 21 para el CH4, x310 para el N2O…).
¿Qué es el calentamiento global? [arriba]
Actualmente es muy común escuchar hablar sobre el calentamiento global, encontrar películas que desarrollen este tema, predicciones a futuro que puedan tener determinados escenarios respecto al calentamiento de la tierra. Pero, ¿qué es el calentamiento global? ¿Qué implica realmente esto? ¿Qué está sucediendo en el mundo y qué consecuencias puede traer a corto y largo plazo para los seres humanos y la vida en la tierra?
He tratado de cubrir sus características y propiedades para aproximarme al desarrollo del tema en forme integral.
Primero el término calentamiento global se refiere al aumento gradual de las temperaturas en la atmósfera y que repercuten en las temperaturas de los océanos y la tierra, lo cual se ha detectado en las últimas décadas por medio de una observación de la temperatura media del sistema climático de la tierra y los efectos que se registran.
El cambio en el sistema climático ha ido de los océanos derritiendo los hielos, calentando los continentes y la atmósfera, muchos de éstos aparecen desde la década 1950 y no tienen precedentes desde esta fecha, por lo cual son efecto de distintas acciones y actividades que ha realizado el hombre en determinadas áreas.
El aumento de la temperatura global no es ningún secreto y no puede ser contradicho, ya que basta con observar las estaciones tan irregulares alrededor del mundo y los cambios climáticos que suelen ser más intensos, sin embargo lo que sí genera controversia es la fuente o la razón del aumento de la temperatura por lo que intervienen distintos factores en cuanto a la proyección. Debido a esto se provocan distintos efectos a causa del calentamiento global.
Efectos del calentamiento global [arriba]
Diversos son los efectos del calentamiento global, producto de esto los glaciares se están derritiendo, el nivel del mar aumenta, produciendo un descenso generalizado en cuanto a la nieve que se encuentra en el planeta. Las selvas se están secando, y la flora y fauna lucha por tener una supervivencia en este escenario adverso. También se produce una serie de cambios de clima y patrones meteorológicos a largo plazo que varían según el lugar donde se están originando.
A largo plazo el calentamiento global podría ocasionar cambios drásticos en los sistemas naturales y sociales, como la acidificación de los océanos, debido al aumento de las concentraciones atmosféricas de dióxido carbono, o el derretimiento prolongado del hielo lo cual provocaría el aumento del nivel del mar.
Algunos de estos cambios podrían ocurrir de manera bastante abrupta en un corto periodo de tiempo e incluso muchos de ellos podrían ser irreversibles. Asimismo podrían afectarse diversos ecosistemas en cuanto a la flora, como los arrecifes de corales o los pantanos, y en general de este cambio climático resultaría la extinción de muchas especies y la reducción de la diversidad en los ecosistemas alrededor del mundo, debido a los altos niveles de concentraciones de CO2 los cuales podrían afectar la vida en la tierra.
Esto vendría acompañado también de algunos fenómenos importantes de mencionar tales como olas de calor, sequías, lluvias torrenciales, tormentas eléctricas, fuertes nevadas, extinción de especies, acidificación de océanos, entre muchas otras, lo cual sería una pérdida para el hombre debido a las necesidades de poder adaptarse a nuevas condiciones climáticas así como el rendimiento de las cosechas y la pérdida del hábitat debido a las inundaciones y a los altos niveles del mar.
Que provoca el calentamiento global [arriba]
El periodo de calentamiento por el que pasa la tierra es a causa de diversas acciones que realiza el hombre en el medio ambiente y que comienza a tener distintos efectos, presentados como las décadas más calurosas registradas. Las causas más importantes son:
· Deforestación: Según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Reforestación –FAO– la tala de árboles emite alrededor del 30% de los gases de efecto invernadero. Asimismo se estima que se talan al menos 13 millones de hectáreas anualmente a nivel mundial.
· Emisión de Gases: gases como el metano, dióxido de carbono y otros son responsables de atrapar la radiación terrestre por lo que hace aumentar la temperatura de 1.5 a 5 grados centígrados.
· Combustibles fósiles: la quema de combustibles fósiles es uno de los factores determinantes en el calentamiento global. Esto puede ocurrir por la quema de combustibles fósiles provocada por la generación de electricidad o por las emisiones de los coches.
Relación entre la actividad humana y el calentamiento global [arriba]
Según estudios e investigaciones actuales, el 90% de los factores que inciden en el cambio climático se debe a las acciones del hombre, un mínimo porcentaje es por causas naturales.
A partir de finales del siglo XIX con la Revolución Industrial, la cantidad de gases de efecto invernadero producidos por la quema de carbón, producción de acero y el funcionamiento normal de una industria nada eficiente, provocó que aumentaran de una forma considerable.
Su evolución durante los posteriores siglos, sumado al aumento en la quema de combustibles fósiles, además del aumento en la emisión de gases como el metano, óxido nitroso, entre muchos otros, sumado a la deforestación y otros muchos problemas, han dado como las distintas irregularidades en el clima.
Con esto puede verse claramente que el cambio climático ha sido un largo proceso y no cuestión de dos o cinco años.
El ser humano sigue siendo el gran responsable de que estén ocurriendo estos hechos en el planeta tierra debido a la gran cantidad de actividad en la industria, los contaminantes, la polución, la emisión de gases de efecto invernadero, la deforestación, la contaminación de los mares, ríos y océanos, además de la contaminación que produce la quema de petróleo, el carbón, además de las cantidades ingentes de basura que generamos, entre otros muchos factores.
La relación entre el cambio climático y la actividad humana no se puede dividir.
En sus manos también está el poder lograr detener estos escenarios catastróficos y encontrar alguna posible solución a este problema antes de que las repercusiones sean terribles.
Soluciones del calentamiento global [arriba]
Este problema es visible a gran escala por todo el mundo. Las soluciones van desde las acciones pequeñas a nivel de comunidades que buscan generar menos basura, reforestar áreas o incluso producir energía más limpia; hasta el nivel macro donde los Estados del mundo decidan adoptar medidas solucionar este grave problema al que se enfrenta la humanidad.
Para ello se creó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que tiene como objetivo prevenir el cambio climático. Tiene como misión adoptar una serie políticas destinadas a reducir los gases de efecto invernadero en el mundo, sin embargo se requiere voluntad política por parte cada uno de los países que producen estos gases y la contaminación a nivel mundial, lo que es algo que hasta ahora no se ha conseguido.
Un aspecto importante es la firma del protocolo de Kioto, el cual contempla numerosas acciones encaminadas a poder reducir los gases de efecto invernadero y poder luchar contra el cambio climático que ha empeorado gravemente en los últimos años.
La solución básicamente consiste en disminuir los gases efecto invernadero, lograr una reforestación mayor, prevenir la el aumento de quema de combustibles fósiles, así como limpiar las áreas el planeta que poseen gran saturación de contaminación como los ríos, lagos y suelos, así como por los químicos que producen contaminación en el aire y en todo lugar donde el ser humano se desenvuelve
Retomando el hilo de la historia, pasando los años ochenta y su desarrollo de modelos informáticos cada vez más refinados, tomaron el relevo los políticos y, sobre todo, los ecologistas que comenzaron a plantear una disminución en las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar los problemas asociados a lo que, ya por entonces, se empezó a llamar calentamiento global.
Empezó a hablarse por entonces de las consecuencias del calentamiento y se impuso una visión un tanto apocalíptica sobre el futuro cercano, aunque algunos científicos incidieron en los posibles aspectos beneficiosos del aumento de la concentración de CO2 en nuestra atmósfera, a saber, un clima más estable y un incremento en la actividad fotosintética de las plantas que mejoraría la productividad agrícola y haría disminuir la exigencia hídrica de las plantas.
Fue a finales de los años ochenta y principios de los noventa cuando la política comenzó a interesarse seriamente sobre el tema. A pesar de gran número de recomendaciones realizadas en ámbitos científicos sobre la necesidad de llevar a cabo investigaciones a gran escala para dilucidad la realidad del problema, la acción política se encaminó más hacia la creación de agencias especializadas y el desarrollo de conferencias mundiales de dudoso éxito.
Verdaderamente se puede afirmar que mientras tanto, la situación científica no ha cambiado mucho y la gran pregunta sigue sin respuesta clara. Por otra parte, las críticas sobre los modelos informáticos han crecido y en muchos ámbitos ni siquiera son considerados como una herramienta de utilidad a la hora de intentar realizar previsiones a largo plazo dado el gran número de variables con valores no conocidos que intervienen en el modelado de sistemas tan complejos.
En los informes del IPCC, así como en muchas otras publicaciones, la expresión “calentamiento global”, muy utilizada hace pocos años, ha disminuido su presencia, dejando paso en numerosas ocasiones a la expresión “cambio climático” o “cambio global”.
La gran cuestión es dilucidar si existe un cambio climático actual debido al calentamiento global de origen antrópico y qué consecuencias tendría sobre la población y actividades humanas.
Originados por actividades humanas, industriales, energéticas o agrarias, las emisiones de gases capaces de acentuar el efecto invernadero natural terrestre existen, esto es, dióxido de carbono, metano, óxidos de nitrógeno o halocarburos, han aumentado la concentración de los mismos en nuestra atmósfera. El ejemplo más claro es el del metano, que ha mostrado una nueva cara en recientes investigaciones.
Dado que la concentración de estos gases ha crecido en nuestra atmósfera desde que se vienen realizando registros, el IPCC concluye que ésta es la causa del calentamiento global que parece estar observándose en los registros de temperatura de los últimos años.
Se afirma igualmente que las concentraciones atmosféricas de estos gases, salvo la de halocarburos que son de origen exclusivamente humano, se han mantenido más o menos constantes en los últimos 10.000 años y que, sólo en los últimos dos siglos, se han observado incrementos espectaculares de tal concentración, aumentos que en la última década han sido mayores que en cualquier época anterior desde que se realizan registros.
Según un análisis geográfico de la concentración de estos gases, salvo el CO2que se distribuye uniformemente por todo el planeta, indica que su presencia es mucho mayor en el hemisferio norte, el más poblado y que, por tanto, concentra la mayor parte de la actividad industrial, energética y agraria, concluyéndose que su presencia se debe a estas actividades y no a cualquier otro fenómeno de origen natural.
Además, los análisis isotópicos han permitido determinar que el uso de combustibles fósiles se encuentra detrás del aumento de gran parte de la concentración de CO2 en la atmósfera. En cuanto al metano y los óxidos de nitrógeno, se asegura que el aumento de su concentración atmosférica es debido prácticas agrícolas y a la utilización de combustibles fósiles.
Es así como entra en acción el principal mecanismo aludido por el IPCC para demostrar que el aumento en la concentración atmosférica de estos gases conlleva un proceso grave de calentamiento global.
Este mecanismo, llamado forzamiento radiactivo, consiste en evaluar el cambio causado por la presencia de estos gases en el equilibrio energético de nuestro planeta comparado con la época preindustrial, medido en vatios por metro cuadrado. Si el forzamiento radiactivo es positivo, se tiene como consecuencia un calentamiento inducido. Por el contrario, si el forzamiento es negativo, tendremos un enfriamiento. En teoría, como se conocen las concentraciones de los gases a estudiar y su distribución a escala planetaria, además de las bases físicas que gobiernan su reacción al interaccionar con la radiación solar, tendría que ser relativamente sencillo calcular el aumento de temperatura que sufriría la Tierra considerando diversos escenarios de concentración atmosférica de tales gases.
He aquí el principal problema de la conclusión realizada por el IPCC, porque el asunto dista mucho de estar resuelto dado que muchas de las variables siguen sin ser bien conocidas.
Está demostrado que la acción del hombre es la responsable del incremento de la acumulación de óxido de carbono (CO2) en la atmósfera, principal causa del aumento de la temperatura del planeta.
El impacto del calentamiento global tendrá como consecuencias el ascenso del nivel del mar, más fenómenos meteorológicos extremos, la extinción de especies, la destrucción de ecosistemas y la acidificación de los océanos.
A lo largo de millones de años el clima de la Tierra ha cambiado muchas veces, pero siempre por causas no antropológicas. El aumento de la temperatura y sus inquietantes consecuencias futuras seguirán dependiendo –entre otros factores– de la demografía, del uso de combustibles fósiles, del modelo de crecimiento económico y del respeto hacia el medio natural.
Los que subestiman al cambio climático minimizan sus impactos. Consideran que el tema existe pero que no habría porqué preocuparse tanto. Según esta teoría, el hombre con su infinita capacidad inventiva, siempre generará opciones tecnológicas que lleven a superar los efectos del cambio climático.
También hay quienes exacerban el cambio climático. En este grupo se ubican los que utilizan un tono catastrofista del fenómeno y consideran como una señal concreta del fin de los tiempos. Ponen de manifiesto que el ser humano ha fallado estrepitosamente en construir una sociedad equilibrada y que el planeta pronto pasará la factura a su desidia.
Las personas además desarrollan actitudes frente al grado de afectación del cambio climático. Así habrá aquellos que consideran que el cambio climático existe pero no me afecta o por lo menos no en lo inmediato. Aquí se reconocen diferentes grados de distancias entre el cambio climático y las personas, estas distancias pueden ser geográficas (“porque los impactos son lejanos respecto a dónde vivo”), temporales (“porque los impactos vendrán después y a mí no me alcanzan”) o afectivas (“mientras no me afecte a mí poco me importa”).
Para poder avanzar hacia el acuerdo vinculante buscado se requiere entonces reconocer el sentido de urgencia del cambio, reconocernos como parte de una única comunidad humana (independientemente de espacios, tiempos y creencias) y reconocernos como parte de la naturaleza. Implica reencontrarnos con nosotros mismos, con nuestra propia esencia.
La humanidad está en cada uno de nosotros, y cada uno de nosotros es la propia humanidad.Visto desde esa perspectiva es imprescindible dejar de lado todo tipo de prejuicios y ser capaces de superar los intereses particulares de cualquier tipo para vernos reconocidos en los legítimos intereses de la humanidad como un todo.
El daño que provoca el cambio climático a las personas en cualquier parte del mundo es el daño que nos afecta a cada uno de nosotros.
Todo crecimiento que implique subestimar o desconocer el cambio climático es iluso y es ficción. Necesitamos apelar al camino de la sensatez con nosotros mismos, con el planeta y el cosmos. Es hora de demostrar que como humanidad estamos a la altura de las circunstancias.
Convengamos que pocos temas del mundo actual tienen la importancia y trascendencia definitiva y decisiva que tiene el tema ambiental en su amplio espectro; y, dentro de éste, la acción colectiva y global acerca de las amenazas que se ciernen sobre nuestro planeta, único hogar que tenemos, si no tomamos acciones urgentes que propendan a detener la constante y permanente degradación generada por la acción del ser humano, en muchos casos, a nombre del desarrollo.
El cambio climático, la degradación del suelo, la contaminación del aire, la polución de mares y ríos, la desertificación, la expansión de la frontera agrícola, la tala de bosques, la destrucción de las selvas, la cantidad de desechos y desperdicios de todo tipo, y más destrozos globales, son avisos claros e impostergables que la humanidad debe enfrentar, de manera conjunta pero con responsabilidad diferenciada, para garantizar el desenvolvimiento de la vida de las futuras generaciones.
Si queremos tener un país, un planeta que llegue no solo a nuestros hijos y a nuestros nietos, debemos meditar profundamente acerca del modelo que hemos creado para satisfacer nuestras necesidades y la relación con el planeta en el que todos habitamos.
Todo esto nos debe llevar a profundas reflexiones sobre nuestro ambiente, y aceptar que el reto es asegurar que las decisiones de protección, control y prevención ambiental, conduzcan a un mayor equilibrio social y territorial y, sobre todo, a una mayor productividad general de la actividad económica, a fin de buscar un mejor equilibrio ecológico, así como aprovechar racionalmente los recursos naturales.
Todos y cada uno de nosotros sabemos que el tratamiento de aguas residuales permite la regeneración de los ríos. Que los bosques, cuando se cultivan y se aprovechan racionalmente, son una fuente de riqueza permanente. Que la protección de los suelos contra la erosión, es una de las inversiones de más alta rentabilidad económica y social. Que las selvas pueden aprovecharse racionalmente, sin ser destruidas. Que el aire de las ciudades, por muy alta que sea la concentración de población, puede mantenerse dentro de normas de calidad aceptables. Que las industrias pueden reducir sus efectos contaminantes cuando incorporan equipos y tecnología convenientes. Que hay sitios más apropiados para ubicar a la industria y que pueden establecerse programas de seguridad para aquellas que son riesgosas. Que los desarrollos tecnológicos pueden dar lugar a una nueva agricultura y ganadería.
Podemos continuar con la innumerable cantidad de temas para reflexionar, pero estoy convencida que lo importante es comenzar a “accionar”.
El lento crecimiento económico mundial, las desigualdades sociales y la degradación ambiental que son característicos de nuestra realidad actual presentan desafíos sin precedentes para la comunidad internacional.
En efecto, estamos frente a un cambio de época: la opción de continuar con los mismos patrones de producción, energía y consumo ya no es viable, lo que hace necesario transformar el paradigma de desarrollo dominante en uno que nos lleve por la vía del desarrollo sostenible, inclusivo y con visión de largo plazo.
Los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas, junto con un gran número de actores de la sociedad civil, el mundo académico y el sector privado, entablaron un proceso de negociación abierto, democrático y participativo, que resultó en la proclamación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, en septiembre de 2015.
La Agenda 2030, así como la Agenda de Acción de Addis Abeba de la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo y el Acuerdo de París sobre cambio climático, aprobados por todos los Estados Miembros también en 2015, presentan una oportunidad sin igual para nuestra región.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que incluye 17 Objetivos y 169 metas, presenta una visión ambiciosa del desarrollo sostenible e integra sus dimensiones económica, social y ambiental.
Esta nueva Agenda es la expresión de los deseos, aspiraciones y prioridades de la comunidad internacional para los próximos 15 años.
La Agenda 2030 es una agenda transformadora, que pone a la igualdad y dignidad de las personas en el centro y llama a cambiar nuestro estilo de desarrollo, respetando el medio ambiente.
Es un compromiso universal adquirido tanto por países desarrollados como en desarrollo, en el marco de una alianza mundial reforzada, que toma en cuenta los medios de implementación para realizar el cambio y la prevención de desastres por eventos naturales extremos, así como la mitigación y adaptación al cambio climático [3].
Notas [arriba]
[1] Environmental Research Letters es una publicación científica trimestral, de acceso abierto, exclusivamente electrónica, revisada por pares, que cubre la investigación en todos los aspectos de la ciencia ambiental.
[2] Paleoclima, palabra compuesta del griego "paleo": pasado, antiguo; y clima: el estudio de los climas sucedidos hace muchos años. Es el clima que existió antes de que fuéramos capaces de usar tecnología que nos permitiera analizar el mismo.
[3] Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. CEPAL .Naciones Unidas, enero 2018.
|